Durante mes y medio iba los domingos después de misa a cumplir con mi deber, y necesitaba avanzar con rapidez pues el área luego de cierta hora se volvía peligrosa para transitar y también debido a la distancia, había que ir en taxi hasta allá con los materiales todos listos para no tener problema alguno.
Cuando terminé con la restauración, 24 horas después de ese día, comencé a sentirme enferma: por un mes pensé que tenía dengue o zika... No qué va, solo tuve un brote de conjuntivitis que me duró casi que tres semanas.
La imagen es de yeso, me contaban que fue mandada a hacer en Chepo, Panamá. Tenía grandes daños estructurales, sobre todo en la base. Le faltaban un par de dedos a la imagen del Padre y su báculo. Presentaba grietas a lo largo de la estructura y gran cantidad de polvo y deyecciones de ave.
Lo realizado en la imagen fue consolidar las grietas, estabilizar la estructura, reintegrar las zonas donde la pintura se perdió.
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