Justo al iniciar la cuaresma, recibí el encargo de realizar tres restauraciones, de las cuales dos son un conjunto. Una dolorosa hecha de resina junto a un San Juan a juego. Ambos llegaron en un estado de daños distinto, pero igual de apremiantes por tratar. Tras investigar junto a mi madre una firma hallada en el San Juan, descubrimos una faceta más tras el misterio del patrimonio religioso de Pacora.