Me indican que la cabeza se la cortaron para colocar una cabeza de maniquí. Si horror, no tiene nombre y no quiero calificar tal atrocidad.
Lo importante es rescatar el patrimonio religioso y poderlo utilizar en la Semana Santa de este 2017.
El trabajo es titánico. Ya consulté con mi eterno asesor, el prof. Duarte con quien intercambie información. Ya algunas amigas quieren colaborar.
Les dejo las imágenes a continuación. Aún continuo procesando el hecho, para después iniciar el informe.






